6. DEIDADES

Cuando en la Wicca hablamos de deidades tenemos que empezar por mencionar a dos entidades principales: El Dios y La Diosa.

 EL DIOS

Está representado por el Sol y por ende conlleva todas sus cualidades en sí: la fortaleza, el día, la luz, el hombre, la seguridad, la voluntad, la razón, la actuación, el fuego. Tradicionalmente al Sol se le representa como una deidad fuerte y viril, siempre ha recibido los mejores atributos, pero en la Wicca se suele reverenciar mayormente a la Diosa que al Dios, debido a que ella cumple la mayor parte de la fecundación.

 LA DIOSA

La diosa está representada por la Luna y tiene como atributos la noche, la oscuridad, la mujer, el instinto, lo voluble, la pasividad, el agua, etcétera. La Diosa es importante desde el punto de vista de la sobrevivencia del clan. Si no hay abundancia de alimento, de nacimientos, tanto humanos como animales, si no hay abundancia en las cosechas, en las lluvias, etcétera, la comunidad corre peligro, por ello es tan importante la Luna como la representación de la Madre por excelencia, de la oscuridad del útero.

 La Diosa se representa como una tríada:

 LA DONCELLA: representa la edad joven de una mujer, en ocasiones se la representa como una niña, pero se la reconoce más a menudo, por ser una bella joven llena de vitalidad y asombro. Es la Joven Diosa de la Primavera, la Diosa del Amanecer, la frescura y el potencial. La Doncella es la Diosa de la creatividad, y la expresión, de la belleza, inteligencia y las habilidades. Se la asocia con el amanecer, la primavera,la pasión y el arcoiris, algunos ejemplos son Brigid, Flora, Kore, Minerva y Sesheta.

En algunas culturas se la representa virgen y casta como es el caso de Atenea y Vesta, mientras que en otras se la asocia con el placer y la sexualidad, ejemplos de ello son Hathor, Ezili o Venus. Es también deidad tutelar de algunas artes importantes como la escritura en Egipto (Sesheta).

Se identifica con tres diferentes actividades: La Artista (Diosa de las artes y oficios: Xochiquetzal), La Guardiana (como guerrera y protectora, patrona de las gestas y aventuras, defensora de los que lo necesitan: Durga) y, La Amante (Diosa del Amor, la Belleza y la Sexualidad).

Su fase lunar es la Luna Creciente y su estación la Primavera.

 LA MADRE: La madre es la Diosa en su aspecto maternal, de nodriza y providencia. El Universo es su hijo y ella cuida de él, dándole recursos en abundancia. Su amor es infinito hacia aquellos que respetan su creación y a sí mismos. Como Creadora del Universo, ella también lo gobierna, solo que de la misma forma que se gobierna a un hijo: con amor y deseos de que crezca sano y seguro. La Madre es la unión entre el Mundo Material (el Dios) y el Mundo Espiritual (la Diosa).

Todas las cosas que existen son hechas por ella y se generaron desde su amor infinito, solemos decir que la tierra es su cuerpo, pero también lo es todo el universo, en un sentido más amplio.

Ella es la unión, el plasma que unifica toda la creación, desde los organismos unicelulares, hasta las grandes ballenas, desde el agua a la atmósfera, desde la más pequeña roca hasta el sol más grande, todo está relacionado. Somos una gran red interdependiente, todo lo que hagamos como unidad se refleja en lo colectivo, por ello es tan importante entender la ley fundamental de la Wicca: Haz lo que quieras, a nadie dañes.

Algunos nombres por los que se la reconoce en diferentes culturas son: Demeter, Gaia, Coatlicue, Tonantzin, Laksmi, Mati Suira Zemlyac o Yemaya.

Su fase lunar es la Luna Llena, gobierna la estación del Verano y la dirección Sur.

 LA ANCIANA: La Mujer, la Bruja, la Matriarca. La Anciana es la Diosa de la Muerte y la Sabiduría infinita, de las videncias y la guía. Su poder se demuestra en la muerte y la destrucción de lo antiguo para dar paso a lo nuevo, es la regeneración y el cambio. Su fase lunar es la Luna Menguante.

 NOTA:

Aquí hay que aclarar un concepto. Consideramos una religión a la Wicca porque tiene un conjunto de principios en los cuáles nos basamos para guiar nuestra práctica, sin embargo, a diferencia de otras religiones, no tenemos entidades humanas a las cuáles adorar, todos nuestros dioses y espíritus se encuentran inmersos dentro de la naturaleza y el universo.

El que nosotros veamos al Sol y a la Luna como deidades principales de nuestro camino espiritual, no significa que no entendamos que son entidades astronómicas que tienen propiedades físicas, químicas y que son susceptibles de mediciones y observaciones científicas. De hecho, la mayoría de nosotros somos científicos o astrónomos aficionados, nos gusta contemplar las estrellas y los astros con un telescopio, del mismo modo que respetamos el mar, las criaturas que contiene, los bosques, y todo lo que tiene que ver con nuestro planeta, además algunos de nosotros también estudiamos ciencias como Biología, Química o ciencias relacionadas con el estudio de los fenómenos naturales.

Como conclusión, sabemos que los astros a los que respetamos son materia y como tal tienen sus propiedades, sin embargo, reconocemos en ellos atributos espirituales antiquísimos; son para nosotros símbolos de ciertos comportamientos y patrones de conducta reconocibles en lo humano. Al igual que sucede en la Astrología, asociamos ideas con materia para que sea más fácil manejar conceptos abstractos.

 

 

  LOS ELEMENTALES

Los Elementales son los Espíritus o Guardianes de las distintas regiones del Universo y tienen múltiples asociaciones como a continuación veremos:

 

El Guardián del Norte: se representa como el Señor del punto cardinal Norte, de la posición Arriba, del Viento que sopla desde esta dirección, del elemento Tierra, así como de un color específico que varía dependiendo de las diferentes culturas y geografías del mundo que se utilicen para el caso.

 

El Guardián del Sur: se representa como el Señor del punto cardinal Sur, de la posición Abajo, del Viento que sopla desde esta dirección, del elemento Fuego, así como de un color específico que varía.

 

El Guardián del Este: se representa como el Señor del punto cardinal Este, de la posición Derecha, del Viento que sopla desde esta dirección, del elemento Aire, así como de un color específico que varía.

 

El Guardián del Oeste: se representa como el Señor del punto cardinal Oeste, de la posición Izquierda, del viento que sopla desde esta dirección, del elemento Agua, así como de un color específico que varía.

 

Estos espiritus son invocados en la creación del círculo para la protección del mismo, de todos sus lados y entradas, así como en la creación de espacios o grupos sagrados, cuando se piden permisos para entrar en algún lugar reverenciado, etc. Se les respeta profundamente ya que son Guardianes de las Entradas y Salidas, es decir, nos protegen de que espíritus negativos entren al círculo mientras trabajamos.

 

 LOS ESPIRITUS DE LUGARES SAGRADOS

La corriente Celta de la Wicca mantiene la creencia en que existen lugares sagrados, como monumentos religiosos, túmulos funerarios, lugares de batalla donde han muerto cantidades de personas o, por otra parte, todas aquellas entradas o comienzos de bosques, manantiales, océanos, selvas, etcétera.

En estos residen los espíritus correspondientes a cada uno de ellos, por ejemplo, las ondinas, ninfas, duendes o elfos por nombrar algunos.

Por esta razón, cuando entramos en un bosque o llegamos a una playa, por ejemplo, debemos pedir la venia de estos “cuidadores” para entrar en sus territorios, debemos prometerles que no haremos daño a nada, ni a nadie, que venimos en paz a compartir y honrar su tierra. De la misma forma, si vamos a hacer algún ritual hay que asegurarnos de pedir su consentimiento y explicar los motivos del círculo. También podemos hacerles alguna ofrenda que les agrade como alimento, coronas de flores, algún dibujo en la arena, etc.

Si el motivo de nuestra visita es el de descargar o recargarnos de energía, por exceso o falta de ella, también debemos pedir permiso y estar seguros de que al final, la energía que movimos quede equilibrada, tanto en nosotros, como en la tierra donde estamos (NOTA: aunque la tierra, la arena o la sal, por ejemplo, son neutralizadores de cargas energéticas por naturaleza, siempre es conveniente no dejar al aire energías negativas muy fuertes, o enfermedades que pudieran alterar el equilibrio energético de ese ecosistema en el momento o a futuro).